Noches Contra Babylon

lunes, septiembre 19, 2005

Promesas de Buen Reggae

Festival Puro Reggae II

Llegaba la gente porque en la página web decía “19 horas puntual Israel Vibration”. Eran seis y media y las puertas seguían cerradas. Policías por la zona y otros azules, inspectores municipales. Cipayos de Babylon. Moscas molestas que no se espantan con el humo. Espera e incertidumbre. A las siete y media apareció por la puerta una dupla de inspectores que, a media voz, anunciaron que el recital se pasaba para el próximo fin de semana. Odio, bronca, impotencia y frases como “me vine desde Santa Fe”, “no entiendo español” y “la puta que los parió” se escuchaban entre los concurrentes. Nadie más aparecía, nadie daba la cara. Eran tantas las ganas de ver a Israel y Don Carlos que todos se quedaban por allí dando vueltas, dándose vuelta.
Después, apareció un viejo grandote con un sánguche a medio comer y una coca a medio tomar. Golpeaba la puerta para entrar, parecía de la organización y recibió algunos escupitajos y alguna que otra piedra pequeña. El tipo era el encargado del grupo electrógeno y resulta que lo habían llamado para que lo prenda. No estaba todo perdido. Por entre las hojas del portón los músicos desde adentro indicaban “vayan por atrás, que vamos a abrir las puertas”. La gente caminaba, nadie sabía nada, pero todos buscaban satisfacer sus ansias de reggae.
El festival se iba a desarrollar adentro de un galpón, Saldías Warehouse. Las puertas laterales, según habían anunciado los músicos, se abrieron y la gente entró. Los que estaban adentro pedían tranquilidad. Todos estaban más tranquilos mirando esas columnas de parlantes de frente. Alguien que en ese momento no se identificó, tomó el micrófono y pidió calma, dijo que no vendería alcohol y volvió a pedir calma.
Sin ninguna explicación, pero con actitud y decisión, Resistencia Suburbana empezó con su show. Medias palabras de Fabián (primera guitarra) y Luis (cantante) hacían suponer que ni Israel ni Don Carlos tocarían esa noche. Mi entrada estaba entera en el bolsillo.
Iniciaron todo con un tema nuevo, del cual o no dijeron el nombre o lo dijeron y lo olvidé por no tener memoria por tener para fumar. El primero sirvió solo para descomprimir los nervios, el segundo para disfrutar la música. Resistencia Suburbana seguía con una selección de los mejores temas de sus dos últimos discos. Luego, estrenaron otro tema y siguieron con su show, que fue prolijo y compacto, pero que al principio tuvo algunos problemas en el sonido que se fueron solucionando con el correr de los temas. El bajista había anticipado “sepan entender que seremos conejillos de indias”.
Luego de una breve pausa subió al escenario Natty Combo, con una combo mágico de excelente reggae. El combo incluye al que es, a mi entender, el mejor baterista de reggae de Argentina, el Mono, y a un saxofonista con buen gusto, Sergio Colombo, quien es el líder del combo. Desde esa posición, promediando su presentación, tomó el micrófono y expresó su apoyo a los organizadores “que llevan el reggae acá”, dijo, golpeándose el pecho. Al combo pertenece el trombonista de Riddim y se sumó también el tecladista de esa banda. Casi terminando, Colombo tomó el micrófono de nuevo, pidió permiso para cantar e hizo bailar a todos cantando Night Nurse y Stop That Train.
Mientras Riddim armaba, ocurrió algo realmente curioso en este país de manos limpias. El que había pedido calma se presentó, dijo “yo soy Santiago, el que organizó esto”. Contó algunas peripecias de la habilitación, burocracias padecidas y corrupción, claro. Dijo haber cumplido con los treinta puntos exigidos por el Gobierno de la Ciudad, pero que por una mano misteriosa la noche anterior, a las 22 horas, le habían revocado la habilitación. Prometió que el show con Israel Vibration, Don Carlos y Tribu de Jah se haría. Dijo también, que aquellos que quisieran podían recuperar la plata de sus entradas en Ticketek. Acusó furioso a Pop Art de monopolizar los espectáculos masivos. En fin, dejo claro que por como están los cosas hoy por hoy, sólo se puede ser independiente para organizar eventos pequeños, porque los grandes no les permiten crecer.
Después, Riddim hizo un recital corto, pero que hizo bailar a todos con algunos de sus hits y un cover de Burning Spear. Tres vientos, un bajo con peso y un guitarrista preciso hicieron bailar a todos. En vivo, al revés que en sus discos, me gusta como canta y la potencia que tiene en la voz Pety. Esta vez, como cada vez que vi a Riddim, disfruté mucho con su música, aunque solo tocaron media hora.
Luego, se dio la desconcentración, en paz y armonía. Repartí volantes del programa, encontré una oyente del primer programa, mis saludos desde acá. Y gente de 7ma Ola, un programa de reggae de Posadas, me dejó una copia de su compilado “Jamaica Misionera”. Seguramente algún tema de allí se escuchará en Noches Contra Babylon el 22/9.
Eran las 23 hs del sábado y todo se había terminado. Unos cuantos vivieron una excelente noche de reggae sin pagar entrada, otros pagaron $ 60 para ver tres bandas argentinas y otros seguiremos esperando. La gran fiesta, la fiesta prometida, volvió a ser promesa, otra promesa que algún día se cumplirá, si Ibarra lo permite, Claro.
agustinoeyen@hotmail.com

Para leer la gacetilla de los organizadores podes visitar www.festivalpuroreggae.com.ar
Para leer una nota escrita por Santiago Palazzo www.ladedios.com.ar/ladedios2/?q=node/5350
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