Noches Contra Babylon

martes, octubre 31, 2006

Amparanoia en Niceto

Era martes, un día como cualquier otro de la semana. Casi no había sido anunciado en ningún lado, pero en la esquina de Niceto Vega y Humbold nada indicaba eso. Más de mil personas fueron caminando al lado del paredón de Humbold hasta dar la vuelta para poder entrar al Niceto.
La estrella convocante: Amparo Sanchez, Amparito, en su segunda venida a la Argentina.
La primera fue en Agosto del 2005. En aquella ocasión acompañada por cuatro músicos, también tocó en Niceto y también se llenó.
Esta vez era con la banda completa. Carmencita de la Habana en bajo. También cubano era el trompetista. Como la otra vez había cajón peruano, pero servía del banqueta para el baterista, que estaba rodeado por un guitarrista y un percusionista.
Todos montados en el escenario comenzaron con el recital que todos queríamos escuchar, sonido potente y lleno de rebeldía con alegría.
Era la presentación oficial en la Argentina de su último disco, La vida te Da. Por lo tanto, fue jugando entre las canciones de ese material y su repertorio habitual.
Casi enseguida de empezar, llamó a la que sería la única invitada de la noche: Mimi Maura que canta con ella en el tema Permites Madrecita.
En la versión de estudio (grabada por la banda de Mimi en Argentina), es un corrido méxicano, ya de por sí un tema rápido, aunque no tanto como lo tocaron esta noche. Estaba tan lleno que no se podía bailar, aunque el tema se solucionó bailando todos a uno, como si fuera una sola masa humana que se balanceba al son de la canción. Mimi Maura fue muy bien recibida por el público, en el que había más chicas que hombres, y fue muy aplaudida por la energía que le puso al corrido.
El caló empezaba a subir en la sala y cada tanto era ventilado por los estractores, pero no alcanzaba, mucha gente y mucho baile.
Entre tema y tema, Amparo agradecía a todos los presentes por la energía por la onda y pedía disculpas por haber tardado tanto en volver. Desde abajo aplaudían y cantaban y ella confesó algo que se le pasó por la mente "será muy difícil abandonar el escenario esta noche". Pero esa partida aún no estaba instalada en la mente de ella y mucho menos entre los que la acompañabamos desde abajo.
Sus músicos, de lujo, también miraban asombrados el fervor y la devoción y era porque todos los presentes estaban muy encendidos. Como mil cien president@s del club de fans.
La noche iba avanzando y parecía que nunca terminaría, casi todo lo que queríamos escuchar iba sonando, más fuerte, más rápido y mejor de lo que esperábamos.
Luego invitó a dos bailarinas a que hicieran su gracia sobre el escenario, mientras todos los músicos seguían tocando. Eso volvió a arengar al baile. Amparo sobre el escenario también bailaba con su pollera negra, haciéndola volar alrededor de sus piernas como si fuera una niñita de seis años bailando en el jardín con una pollera de su mamá.
La verdad que fue una presentación a puro corazón. Y así estaban las cosas cuando de repente ella se fue del escenario, los músicos siguieron tocando hasta el final del tema y empezaron a abandonar el escenario. Cómo que qué?
Bueno, un descanso, al ratito nomás volvió con sus preciosas botas rojas, pero con una camisa blanca y sin vincha. Siguió el baile, siguió la fiesta. La fiesta que traigo la llevo.
Otro pequeño descanso y volvió sola al escenario para cantar Redemption Song, enseguida se sumaron el guitarrista y el baterista con el cajón peruano bien adelante del escenario. Tocaron algunas canciones más con esta formación. Así, en trío acústico como se había estado presentando las últimas semanas en Madrid y fue una forma de ver en Buenos Aires a varias Amparanoias, resumidas en una noche.
Luego se escucharon los "...Amparo no se va... Amparo no se va", muchos aplaudsos que ella agradeció sobre el escenario, presentó a los músicos y prometió volver con más tiempo en Febrero de 2007.

Texto: Agustín Oeyen
agustinoeyen@hotmail.com

Fotos: Paula Carrubba
paucarrubba@yahoo.com.ar
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